Cuando se vive de alquiler, uno de los elementos que más puede problematizar la relación con el propietario son las discusiones sobre quién debe asumir los costos de un arreglo o reparación. Conviene saber qué, el dueño debe pagar los gastos de reparación que sean necesarios para que la vivienda pueda ser usada como se acordó (por ejemplo, si se te levantan los pisos del living, se rompe una cañería o se daña la instalación eléctrica).
El inquilino sólo debe pagar los arreglos de mero mantenimiento del inmueble y los que surjan de su responsabilidad (por ejemplo, cambiar o reparar lámparas o desperfectos por el mal uso de la vivienda). Sin embargo, cuando la vivienda necesite una reparación urgente, el inquilino puede pagar la reparación y luego cobrarle al dueño lo que pagó, PREVIA NOTIFICACIÓN FEHACIENTE AL DUEÑO.

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